Soy una joven amante de la historia, sobre todo referente a la Revolución Cubana. Guardo en mi memoria retazos de lecciones que relatan logros, vicisitudes, amenazas, guerras, muertes y nacimientos, y en todos ellos resalta el nombre de Cuba.
Entre mis remembranzas de infancia ha quedado la alegría de llevar uniforme por primera vez, los varios distintivos que con orgullo portábamos, boinas, pañoletas, acampadas, días de pioneros exploradores y consignas que nos enorgullecían como pioneros.
Siempre recuerdo con agrado la masa compacta de estudiantes que repetían al unísono frases que pasaron de generación en generación. Sin embargo, el grito de ¡Patria o Muerte! tuvo y tiene una significación especial.
No se trata solamente de una exclamación lanzada al aire, sino de la frase que en labios del Comandante Fidel Castro expresó la indignación y el dolor de todo un pueblo, de quienes perdieron sus familiares y seres queridos en la explosión del vapor La Coubre.
Se impone entonces remitirse a la historia para conocer sobre el barco, su contenido y el vil sabotaje orquestado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), pero los detalles del hecho los dejo a la curiosidad de cada lector.
Para mí, la verdad, es que desde entonces ¡Patria o Muerte! se convirtió en un símbolo de lo que somos capaces de hacer por lo que hemos conquistado, eso que no dejaremos nos arrebaten.
baracoamulata 
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